
A caballo entre el megapuente y las fiestas de navidad, os invitamos hoy a pensar sobre una de nuestras cotidianas ( y paradójicas) fuentes de conflicto: las vacaciones.
Ayuda! Help! SOS!
Último día de vacaciones del puente. Exhausta y decepcionada me pregunto a mi misma si ha tenido algún tipo de sentido el cansancio acumulado de viajar a Burdeos durante 4 días cuando:
- La mayor parte del tiempo he estado enclaustrada en transportes públicos de lo más variado yendo y viniendo de aquí para allá (avión, taxi,tranvía, autobús, tren, …. Sólo el zepelín nos ha faltado…). Y no, no soy técnico municipal de movilidad urbana.
- Mi pareja ha aceptado hacer turismo por darme a mí el gusto, pero a través de sus innumerables actos fallidos (¡cuánta información no contrastada pensamos los aficionados a la psicología que atesoramos secretamente del OTRO en relación al continente desconocido: SU inconsciente!) me ha dejado bien claro que en realidad no tenía ningunas ganas de salir de Barcelona; Observaciones empíricas al respecto: a) Se queda dormido antes de las 10 de las noche y no conocimos Bordeaux la nuit. b) Tira a la basura por error el mapa de la ciudad que se supone que todos queríamos visitar. c) Obvia el mal tiempo, lluvia torrencial de viernes incluida, que va a hacer ( y lo sabe, no en vano él es el encargado de mirarlo en internet) así que lo que debían ser alegres paseos (mi expectativa) se convierte en un deambular errático en una suerte de borrasca-plaga salida del antiguo testamento (realidad exagerada por Ladydrama, una de mis facetas). d) Mira los trenes de manera tan descuidada que nos obliga a estar 3 horas esperando en la estación de tren (aclaración: no sé francés)* Nota mental de mediatormum: Pero no lo puedo culpar (mucho) ya que parte fundamental de su trabajo es muy frecuentemente levantarse a las 4 o 4:30 de la mañana para tomar el enésimo avión que le lleve a cualquier lugar del globo.
- El deseo de mi hijo de 5 años se resume en quiero jugar con mi recién estrenado castillo medieval de Playmobil todo el rato, todo el rato, todo el rato…
- Puedo comprar vino y queso de Burdeos cuando quiera en una Delicatessen cualquiera y Google Earth me puede acercar a cualquier lugar del mundo con las pantuflas puestas desde la comodidad de mi hogar.
Mis horribles conclusiones (by ladydrama)
Tengo la sensación de haber “ obligado” a mi familia a tirar por la borda nuestros escasos días de descanso para hacer algo que sólo me apetecía a mi….y ahora ya ni eso tengo claro. El drama está servido, y mi mala leche también. En este instante Ladydrama es muyyyy fuerte en mí, y voy a permitir que se exprese: varios son mis pensamientos y sensaciones:

- Me quieren fastidiar “mis” vacaciones.
- Soy una incomprendida.
- Mi familia y yo somos incompatibles. Qué sola me siento!!.
- ¿Por qué no he aprendido francés? Soy una inútil.
- No quiero viajar nunca más con “ éstos ”.
Invoco a empatíamum (a toro pasado, agotada y ya sin vacaciones)
Una vez ventilada esta amalgama de sensaciones, pensamientos y juicios desaforados, intento ver algo positivo en lo vivido/sentido. Voy a dejar que surjan cosas nuevas, más constructivas, más útiles y hermosas.
- Quiero sacar algo positivo de esta experiencia que no ha funcionado como yo esperaba.
- Si no ha funcionado para mí, difícilmente habrá funcionado para ellos, así que seguramente se sentirán en mayor o menor medida frustrados como yo.
- Tengo un temazo sobre el que escribir en el blog: vacaciones familiares y conflicto.
Reflexiones ojerosas
Seamos sinceros…. Todos explicamos al volver de las vacaciones que fueron genial, que he descansado mucho ( lo siento, pero no me lo creo en el caso de familias con hijos pequeños sin ayuda de personal doméstico, de tribu, de más familia que eche una mano) y bla bla bla. Y puede ser que a veces sea así ( no todas mis vacaciones en familia han sido un infierno, en serio) pero… las estadísticas dicen que hay muchas relaciones de pareja que llegan a su punto final después de las vacaciones (Ladydrama).
La rutina del día a día enmascara los problemas o la ineptitud que tenemos para comunicarnos de manera eficaz con nuestros seres queridos. Pero en las vacaciones no hay escapatoria, y ni quiero que sean ellos mi infierno ni yo el suyo.
Pequeña lista de cosas que quiero hacer en mis próximas vacaciones: gestión constructiva del conflicto
- Asumir que todos somos diferentes. Menuda obviedad, diréis, pero no. Asumir en profundidad esto significa que queremos cosas diferentes, y que la diferencia es legítima. Pensaré en qué vacaciones quiero, daré la oportunidad de que mi familia piense por su lado y negociaremos para que se cumpla el máximo de lo esperado por todos.
- Necesito tiempo para mí, en exclusiva. En el próximo viaje pactaré momentos conjuntos y momentos de soledad en los que poder hacer lo que necesite o me plazca ( dormir una siesta, visitar una catedral que sólo a mí me interesa, etc.)
- Haré caso a mi instinto y a mi conversación interna de forma que no haga un “sí pero no”, y al rato me convierta en un orco del Señor de los Anillos (sobre el «sí pero no» tengo que hablaros en posts futuros).
- Respetaré mis deseos, y respetaré los deseos de los demás.
- Si no me apetece o no puedo asumir el deseo del otro lo intentaré comunicar de manera asertiva, sin dañar al otro.
- Intentaré no ser tan vehemente en la exposición de mis deseos ( ver el punto anterior) de forma que éstos sean vistos como deseos, y no como órdenes. A nadie le gusta recibir órdenes (y menos en vacaciones), así que intentaré mejorar la forma en que yo me dirijo a los demás.
Por cierto… Burdeos genial eh!….. (Dios mío, con el cansancio que llevo en el cuerpo y ahora….¡Vienen las Navidades!)
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