
TRES MICRO RELATOS
«La verdad es que estaba bastante asustado y cuando estás asustado el sentarte frente a una figura que supuestamente sabe puede resultar muy tranquilizante. Pero esa vez no fue así. El médico no me miró ni una sola vez a los ojos. Ni me hizo la menor exploración corporal. Estaba concentrado en su pantalla, rellenando datos y más datos. Cuando hubo rellenado todos los datos imprimió la derivación para las pruebas. Y sí, probé muchas máquinas. Al final todo salió bien, menos lo de la amargura que me queda por no saber a quién (o a qué) dirigirme para darle las gracias»
«Estoy cenando en un cumpleaños familiar: es verdaderamente difícil tener una conversación mirándose a los ojos más de 3 minutos. Los pequeños de mi hermana están viendo los dibujos en la tablet, mi cuñado cada dos por tres está con los vídeos de Youtube y mi hijo no para de comunicarse por el whassap mientras en la mesa está silente, como en otro mundo. Miro a mi marido y también está ausente: el chat del trabajo está que arde con gifs de lo más divertido. Y yo aquí, sin batería en el móvil. Nunca me he sentido más sola. »
«Mi hija me preguntaba cosas sin parar. Hubo un momento en que el que no tenía respuestas para todo. Pero entonces caí en la cuenta: llevaba a san google en el bolsillo. Encendí el móvil y pregunté. Resultaba tan cómodo y, de alguna manera, tan preciso, que me acostumbré a proceder así. La verdad es que me aseguraba poderle dar respuesta a todo y en todo momento, además de forma precisa, sin imperfecciones, sin exageraciones, sin distorsiones… Ahora hace algún tiempo que no me pregunta nada. El otro día entré en casa y la sorprendí con la tablet, preguntando ensimismada: Siri, otra pregunta, quien fue…»
TRES NOTAS MENTALES
* La estandarización: todo medido, todo «protocolado», todo estandarizado, todo previsto, todo calculado. Hoy es un médico que no te mira, mañana un psicólogo que solo hace tests, pasado un mediador con una técnica certificada que solo aplica patrones predeterminados y pasado mañana no hay ni médico, ni psicólogo, ni mediador, solo el robot/máquina que aplica protocolos y que empieza a preguntarse para que sirve el chequearte y si realmente eso es lo que le apetece hacer.
* La virtualidad: profilaxis y travestismo carnavalesco, elegir avatar, medir palabras, usar emociones preconfiguradas en forma de monísimos emoticonos. Fin de las distancias, fin del límite de amigos, un mundo infinito, todo absolutamente cerca, ya no en la pantalla, ni en la mano, ya en tus gafas, ya en tus lentillas, ya dentro, ya todo a la vez. ¿Quién necesita la piel?
* Memoria/inteligencia externa: las extensiones cerebrales, los complementos, los refuerzos, la memoria externa. Primero nos ayudaron los libros, luego los ordenadores, ahora llevamos la pantalla siempre encima. Para que todo sea perfecto. ¿Para que nada sea diferente?
UN MONTÓN DE PREGUNTAS
¿Qué nos hace humanos?
¿Merece la pena seguir siendo humanos?
Han habido grandes cambios en la forma de comunicarse y de proceder en muy poco tiempo, ¿hemos decidido estos cambios o estamos siendo decididos por estos cambios?
¿Es la acumulación de datos conocimiento? ¿Es sabiduría?
¿Somos conscientes de como nos están afectando la sociedad de la información en la forma de relacionarnos? Si somos porque hay un otro, ¿quienes somos nosotros y los otros en la vida virtual y como esas identidades nos configuran?
La magia es neutra, es el mago el que es blanco o negro. ¿Cómo estamos utilizando la magia?
¿Qué es lo que más te gusta de tu vida?
¿Como te imaginas la vida de tus nietos? ¿Cómo te gustaría que fuese la vida de tus nietos?
Yo….¿Robot?
EPÍLOGO MUSICAL
Un poquito de humor musical para aligerar, de la mano de los geniales Flight of the Concords
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