
Parece lo mismo, pero no lo es. No lo es en absoluto.
En una feliz ocasión leí que cuando cometemos una falta, cuando hacemos algo que daña a otra persona, era más adecuado decir lo siento que no perdona. ¿Por qué?
Porque cuando decimos lo siento asumimos que nosotros hemos hecho algo al otro y:
- Que ese algo le ha causado un daño.
- Que sentimos haberle causado daño.
- Si queremos hacer una disculpa PREMIUM podemos añadir que intentaremos que no vuelva a suceder, es decir, que pondremos nuestro esfuerzo en no repetir aquello que le hirió.
Por tanto, asumimos nuestro hecho y hablamos de lo que nos compete: respondemos por nuestros actos.
Sin embargo, cuando decimos perdona, sin más debate sobre lo que ha sucedido:
- No hablamos de lo que nosotros hemos hecho.
- No decimos que entendemos que aquello tuvo una consecuencia negativa en el otro.
- No declaramos que sentimos haberle hecho daño al otro.
- Estamos pasando directamente a este punto: poner en manos de la persona agraviada la responsabilidad de que nos perdone.
Por lo tanto estamos pasando por alto todo lo que nosotros podemos hacer en primera persona, poniendo en manos del otro, al que hemos herido, la resolución positiva del conflicto en el que nos encontramos.
A pesar de tener esta teoría bastante clara, parecerme interesante ( y hacer esfuerzos por decir lo siento y no perdona así, a bocajarro) a veces me sale el perdona y ya. Sobretodo cuando pienso que aquello que he hecho no es para tanto, o que desde luego merezco la indulgencia del otro. Tampoco es que piense que voy a ir al infierno ( Ladydrama tiene unos límites más o menos saludables) pero intenté indagar en este automatismo. ¿Por qué podría ser esto? encontré que entre el hecho que causaba daño y mis apresuradas palabras había un sentimiento: la culpa.
MINI DRAMATIZACIÓN SUPERFICTICIA DE UNA ESCENA DE MEDIACIÓN DE PAREJA
Ella: ¿Me estás pidiendo que te perdone? ¡¿Encima?! Pero no se puede ser más jeta y más miserable, eres un canalla y un desgraciado. Pero como tienes la poca vergüenza de decir que lo he de comprender y te tengo que perdonar, pero, pero…. eres un maldito egoísta!!!!!! (aquí pequeño ademán de agredir al otro cerrando el puño que concluye en llanto desconsolado)
Él: Ve señor/a mediador/mediadora, ya se lo he dicho, no se puede hablar con ella. Encima que le pido perdón mire como se pone (con un tono de lo más razonable)
MEEEEEEEEEEEEEEEEEC!!!!!!!!!!! Suenan todas las alarmas: en este punto ella se marchará o le dará una torta, y nosotros como mediadores en pleno fracaso no sabremos si ponernos también a llorar o aplaudir 🙂

¿POR QUÉ ÉL NO ESTÁ ENTENDIENDO NADA?
Me vinieron a la cabeza ejemplos profesionales: mediando en crisis de pareja frecuentemente nos encontramos que el causante de la ruptura,el que quiere dejar atrás la relación ( no le vamos a llamar culpable, porque eso de la culpa en una crisis de pareja necesita ser analizado muy concienzudamente), tiene una incapacidad notable para soportar el enfado del otro por esa decisión tomada. El efecto en la persona que no ha tomado la decisión ante semejante planteamiento suele ser justo el contrario al pretendido, ya que se la deja en una posición de jaque a nivel emocional
Nos atrevemos a aventurar que él no está entendiendo nada porque le resulta más acuciante curarse «la culpa» que entenderla (y repararla) a ella.
Son conversaciones dificilísimas. Y son conversaciones muy dolorosas, pero no solo para la persona a quien han dejado, sino también para la persona que ha tomado la decisión de poner fin a una relación. Pero lo más peligroso es lo siguiente: si se gestiona mal este duelo, ambos pueden caer en el recurso fácil del odio al otro, que serviría de muleta para autojustificarse, para autoaliviarse culpas. El drama llega cuando hay hijos de por medio y la solución del odio al otro acaba causando estragos.
ALGUNAS IDEAS SOBRE COMO ENFOCAR ESTAS SITUACIONES
Aplicables a una crisis de pareja como la del ejemplo,pero también a multitud de conflictos en los que todos nos podemos ver envueltos en el día a día
Para quien ha provocado el daño:
Decir lo siento (sinceramente). El arrepentimiento sincero de causar daño es lo único que podemos dar a la víctima y en este caso implica que respondo por mis actos: soy consciente de sus consecuencias, soy capaz de entender cuáles son las necesidades básicas,emociones, creencias, etc. de la víctima a la que he causado dolor y por último intento ofrecer lo único que puedo ofrecer: que me hago cargo del daño hecho y que una vez comprendido, lo lamento y me gustaría reparar el daño.
El sentirnos perdonados sería desde este punto de vista la experiencia subjetiva de haber podido reparar el daño causado y aliviar nuestra culpa.
En el caso de una ruptura de pareja, por seguir con el ejemplo,no significa que vayamos a volver con la persona, ni que no tengamos unos motivos que nos han llevado a tan dolorosa decisión. Significa que entendemos el dolor que siente el otro y que sentimos haberlo causado.
Para Quien ha sido dañado:
Explicar qué ha sentido y siente por la agresión sufrida. Si es posible, perdonar. Si no lo es, no perdonar. Tener muy claro que el perdón no es algo debido al otro,es una cura para uno mismo. Seguramente si podemos empezar a perdonar, nuestra herida ha empezado a sanar.
En el caso hipotético de una ruptura de pareja, poder expresar el sufrimiento sentido, la sensaciones vividas (soledad, haber sido traicionado, abandono, baja autoestima, haber sido burlado, miedo al futuro, etc.)
El perdón es la clave para la acción y la libertad, Hannah Arendt
El perdón es alquimia interna, no nos cabe duda sobre ello. Y sí, trabajar interiormente el perdón es altamente recomendable, ya que es un regalo que das a la persona que te ha hecho un daño, pero sobretodo es un inmenso regalo que te haces a ti mismo. Pero es una poción mágica tan potente y a la vez tan delicada que necesita del tiempo adecuado para que esté bien macerada.
Al pensar en el perdón, cada persona tendrá una definición propia, marcada por las herencias familiares, sus valores morales y/o religiosos, por las propias experiencias vividas, y por las heridas que todos llevamos.
El perdón, por su propia naturaleza es un deseo, una recomendación, no puede ser una imposición o un deber. Puede ser algo espontáneo en según que ocasiones, o puede ser un trabajo de años.Cada situación conflictiva necesitará su proceso, y no se puede acelerar, ya que el riesgo es que resulte falso y en lo profundo se esté larvando el rencor.
El perdón es honroso y nos acerca a lo más alto. Es por ello que lo recogen todas las tradiciones espirituales. El perdón es deshacerte del veneno que se incrustó en la herida, y darle la oportunidad de empiece a cicatrizar. El perdón hace que el corazón esté limpio de resentimiento, o de deseo de venganza. El perdón que a veces más cuesta conceder es el que nos tenemos que ofrecer a nosotros mismos.
El perdón no niega la injusticia que tú viviste y sentiste. No es excusar al ofensor, sino intentar ver que detrás de esa injusticia vivida había un ser humano también.
Un juego musical
La poesía al rescate de nuestros afligidos corazones.Os propongo que escuchéis estas cuatro canciones que aparecieron en mi mente mientras escribía el post y que nos transportan a sentimientos de los que hemos tratado en él.Ojalá enriquezcan vuestra Playlist sentimental:
Soy pan, soy paz soy más cantada por la grandísima Mercedes Sosa: la inmensidad de nuestra alma, la posibilidad de cambio en nosotros para que nazcan cosas nueeeeeevas.
Rata de dos patas de Paquita La del Barrio. A grandes traiciones, grandes canciones: sufres por un/a ex demoníaco/a que se ha comido tu corazón?, un socio te la ha jugado de mala manera? un amigo/a te ha hecho lo imperdonable? Paquita te ayuda a poner palabras….
3 veces te engañé de nuevo de Paquita La del Barrio. Una canción para infieles que se sienten víctimas
Se va, se va, se fue de Jorge Drexler. El poder del tiempo como cicatrizante
¿Qué canciones os vienen a la memoria al pensar en pedir disculpas,o en perdonar?
Eve-line!!!
Me encanta!!!! Tu y Paquita la del Barrio.. Abrazo enorme!!!
Gracias encanto!! Las rancheras son lo más….Super-abrazo.
Otra vez el arte de usar adecuadamente las palabras. Saber transmitir realmente lo que queremos, lo adecuado a cada momento, lo necesario. Pensar realmente antes de hablar. Escuchar lo que el otro nos esta trasmitiendo, sintiendo, pidiendo. Curar. Como sanan las palabras!
Gracias por el valioso aporte.
Gracias a ti por leernos!!!
Que arte tan hermoso verdad? poco a poco, con paciencia y conciencia todos podemos mejorar en ello, no me cabe duda.
El perdón solicitado no tiene como única finalidad la absolución del ofensor, sino también del ofendido, puesto que el solicitante considera al solicitado corresponsable de la situación, y en la mayoría de circunstancias lleva al menos parte de razón.
Lo que propone el solicitante es un borrón y cuenta nueva, una amnistía general que expíe las culpas acumuladas.
El ofendido de hoy es el ofensor de ayer, cree el solicitante, que mediante el perdón pretende poner fin a la espiral de ofensas o arrebatar al ofendido de su posición de víctima, que le resulta intolerable.
No es por ello sencillo trasladarse del perdón solicitado al sentimiento confesado, porque la posición moral es muy distinta, y no todas las situaciones justifican sustituir la ecuanimidad del perdón y pelillos a la mar por la trascendencia de la confesión, el arrepentimiento y la penitencia.
Decir lo siento permite al ofendido circunstancial irse de rositas morales. Ya se ve que rara vez estará justificado.
Perdón si no les gustó mi comentario.
No hay nada que perdonar porque no hay ofensa sentida por leer tus palabras, sino agradecimiento por esta visión del asunto que nos hace ampliar la mirada. Muchas gracias!
Muchas gracias por éste gran articulo. Que hace la diferencia de las palabras. Si fueramos tan inteligentes en los momentos que vamos a ofender, o ser ofendidos…. Es imposible, siempre los conflictos nos llevan a eso que tenemos los humanos y a veces dificil de gestionar » emociones» y más tarde analizamos cuando somos y son capaces de darnos cuenta que hemos dañado, o nos han dañado, que hemos o no hemos hecho, pero algo nos ha lastimado, o lo hemos hecho, y cada cual va a necesitar su tiempo para liberar el peso. «EMOCIONES»
Así es Justa…. Bueno, poco a poco, no? Que estamos en esta vida para aprender!!!
Un abrazo bien gordote
Eve, enhorabuena por el artículo! Las aportaciones musicales lo hacen todavía más genial!! La mía…. es «que hermosas eran » de J. Sabina https://m.youtube.com/watch?v=XDHaEwWM7LY
Gracias Chelo. Qué canción más chula nos envías. Poesía tope para ayudarnos!!
Besos